AVISO IMPORTANTE PARA LOS SUSCRIPTORES DEL BLOG EL CAMINO ANGOSTO

Posted in Reflexiones on julio 11, 2020 by elcaminoangosto

Un Pastor amigo de Argentina me sugirió realizar algunas mejoras en este sitio para facilitar la lectura y navegación. Providencialmente un querido hermano del Perú, (sin saber sobre esta sugerencia) me ofreció ayuda para cambiar un poco la cara de este sitio web. Accedí entendiendo que esto venía como una respuesta del Señor ya que yo no tengo ni conocimiento ni tiempo para realizar los cambios necesarios. Sin embargo, los cambios incluirán un cambio de Dominio y entonces todos los que han estado suscritos a este blog ya no estarán suscritos cuando el Dominio sea cambiado, es decir ya no recibirán las notificaciones de nuevos posts.

El nombre del blog permanecerá siendo el mismo https://elcaminoangosto.org pero voy a perder a todos los suscriptores.

Si usted es un suscriptor, le va a llegar un correo con este aviso que estoy publicando y entonces mi petición que una vez que vea que el blog ha cambiado de formato, haga el esfuerzo de volver a suscribirse para que reciba las notificaciones cuando hay publicaciones nuevas.

El cambio de formato y dominio se realizará la semana próxima (Semana del 12 al 18 de Julio)

Sigo insistiendo en oración para que Dios quiera bendecir a todos los que lean los artículos que publico y que traiga más y más lectores.

Dios los bendiga

EL CREDO: La FE que fue una vez dada a los Santos Judas 1.3

Posted in Reflexiones with tags , on julio 10, 2020 by elcaminoangosto

El símbolo niceno-constantinopolitano es una declaración dogmática de los contenidos de la Fe Cristiana, defendido en el el Primer Concilio de Nicea en el año 325 A.D. y ampliado en el Concilio de Constantinopla 381 A.D.

El apóstol Pablo escribió a Timoteo lo siguiente

Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros

II Timoeto 1.14

Este «CREDO» es una confesión de la FE de la Iglesia Cristiana según lo que enseñan las Sagradas Escrituras. Sin embargo algunos lo defienden como algo que La Iglesia ha establecido y no como algo que Dios ha establecido en Su Palabra, por lo tanto lo presento a continuación con citas bíblicas de apoyo a cada frase de esta confesión.

Creo en un solo Dios, (Deuteronomio 6.4)
Padre todopoderoso, (Job 37.23)
Creador del cielo y de la tierra, (Génesis 1.1)
de todo lo visible y lo invisible; (Colosenses 1.16)
Creo en un solo Señor, Jesucristo, el unigénito de Dios, (Lucas 1.32, Juan 1.14)
nacido del Padre antes de todos los siglos, (Salmos 2.7)
Dios de Dios, Luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero; (Juan 8.12; Romanos 9.5)
engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, (Juan 5.26)
por quien todo fue hecho
; (Juan 1.3)
que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo (Filipenses 2.6-8)
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María Virgen, y se hizo hombre; (Lucas 1.35)
por nuestra causa fue crucificado en tiempo de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, (Juan 19.5, Mateo 27.60)
y resucitó al tercer día según las Escrituras (Marcos 16.9; I Corintios 15.2-4)
y subió al cielo; y está sentado a la derecha del Padre; (Hechos 7.56)
y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos
, (Marcos 14.62)
y su reino no tendrá fin. (Lucas 1.33)
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo; (Juan 15.26, 16.7)
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria y que habló por los profetas. (I Pedro1.11; Apocalipsis 4.5)
Creo en la Iglesia que es una, santa, universal y apostólica. (Mateo 16.18; Efesios 1.22)
Confieso un solo bautismo para la remisión de los pecados. (Mateo 28.19; I Pedro 3.21)
Creo en la resurrección de los muertos (Hechos 24.15)
y la vida del mundo futuro. (II Pedro 3.13)
Amén

Es apropiado aprender y recitar la verdad sobre la cual se fundamenta nuestra religión. También es muy útil para refutar las diversas desviaciones y herejías que por siglos se han levantado en oposición a la verdadera religión.

PERO, sin la conversión y la experiencia del Nuevo Nacimiento, el ser humano no encontrará ningún beneficio espiritual y perdurable en el conocimiento de la doctrina verdadera.

Hasta que el Espíritu Santo dé convicción al pecador para que clame a Jesucristo por perdón y salvación, no podrá llamar a Dios su Padre ni tener la esperanza de la vida eterna que se promete a los hijos de Dios.

¿Conoce usted realmente al Dios en el cual dice creer?

Haber nacido en una familia cristiana No lo hace a uno automáticamente cristiano, asistir a una Iglesia Cristiana No garantiza que uno es cristiano. Recitar este maravilloso Credo, no lo hace cristiano.

En un mundo que se opone a Dios y a la Verdad, la exhortación del apóstol Juan se hace necesaria:

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

I Juan 5.4

PERO…

¿Tiene usted verdadera fe?

¿Está usted confiando plenamente en Jesucristo y en la obra que Él completó en la Cruz del Calvario para recibirlo con confianza en aquel Día en el cual Él regrese para juzgar?

¡Que así sea! Amén.

La Cobardía en los Pastores

Posted in Reflexiones with tags on julio 3, 2020 by elcaminoangosto

Tomado del Muro de Facebook del Pr. Michael Spangler

A nosotros los Ministros nos encanta pensar que somos valientes. Pero hermanos, la cobardía está en nuestros huesos. Considere esta lista de pecados comunes en los pastores, examine su corazón y por favor arrepiéntase. Porque si ha habido una época en que necesitamos hombres de Dios sin miedo, es hoy.

  1. Fiscalización del tono. No entrar en controversias, sino hacer mucho ruido al respecto de la simpatía y el balance.
  2. Esconderse en la Iglesia local. Pensar que si has predicado y pastoreado a tus pocas docenas, tu deber está cumplido
  3. Esconderse en las cortes eclesiásticas. Como si Pablo hubiera tenido que llamar una reunión de presbiterio en vez de reprender la actitud de Pedro en frente de todos.
  4. Evangelismo No-Confrontador. Esperar años para decirle a su prójimo que hay un infierno, o promover el «evangelismo amistoso» por encima de de puerta en puerta.
  5. Nunca predicar en la calle. Pensar que podrá predicar el evangelio a toda criatura desde la comodidad de su púlpito.
  6. Evitar los Medios Sociales. Como si Cristo y Su verdad no tuviera que mencionarse, y menos defenderse, en el foro público más importante que hay ahora.
  7. Rehuir la Disciplina de la Iglesia. Evitar la censura de los que han provocado tropiezo, o permitir que ciertos miembros sean sacados en silencio en vez de tratar públicamente con sus pecados.
  8. Predicar sin Doctrina. Temer que la luz sea demasiado brillante y vaya a lastimar los ojos de los hombres.
  9. Predicar sin Aplicación. No insistir en que Dios debe ser obedecido de corazón, y caer en la ortodoxia muerta.
  10. Predicar sin discriminación. Creer ingenuamente que todos los miembros de la iglesia son nacidos de nuevo.
  11. Nunca predicar sobre Política. Olvidar que Dios escribió mucho con respecto a los deberes que tienen los magistrados civiles y los ciudadanos.
  12. Tolerar el Pluralismo Religioso. Como si los gobernantes no tuvieran que honrar al Hijo y amar a Dios, como si la primera tabla de la ley fuera innecesaria fuera de las paredes de la iglesia.
  13. Procurar nunca incomodar a Sus Ancianos. Como si ellos fueran sus jefes, o como si sus conciencias fueran su regla, en vez de la Palabra de Dios.
  14. Negarse a incomodar a Su Congregación. Evitar las reprensiones, prefiriendo que se pierdan en el pecado a que dejen la membresía.
  15. No hacer visitas a los hogares. Dejar que la semilla plantada por la predicación de la Palabra muera por falta del riego y cuidado necesario en privado.
  16. Guardar silencio por ciertos grupos favorecidos. No tratar el pecado dominante de mujeres o evitar reprender a un hombre porque es negro.
  17. Guardar silencio sobre pecados y errores populares. No condenar públicamente la profanación del día del Señor, la Homosexualidad, el Trasvestismo, el Aborto, el Feminismo, el Marxismo, el Darwinismo.
  18. Descansar en Valentías Pasadas. Pensar que porque no fuiste un cobarde antes, no puedes ser un cobarde ahora.
  19. Hacer cálculos de costo financiero. Considerar la hipoteca y el fondo de retiro al determinar su deber.
  20. Protegerse a sí mismo para Servicio Futuro. Negarse a hablar ahora, para hablar luego cuando esté en una posición más alta. Como si la exaltación viniera por medio de la astucia y no por la humildad.

Has hecho ver a Tu pueblo cosas duras

Posted in Reflexiones with tags , on junio 20, 2020 by elcaminoangosto

Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;
Te has airado; !!vuélvete a nosotros!

Hiciste temblar la tierra, la has hendido;
Sana sus roturas, porque titubea.

Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;
Nos hiciste beber vino de aturdimiento.

Has dado a los que te temen bandera
Que alcen por causa de la verdad. Selah

Para que se libren tus amados,
Salva con tu diestra, y óyeme

Salmos 60.1-4

Se ha dicho que el libro de los Salmos es como la anatomía del alma porque contiene todas las posibles emociones del creyente: gozo y alabanza, pero también temores y miedos, frustraciones y dudas, enojo y amargura y todo en un lenguaje inspirado por el Espíritu Santo para que podamos elevar plegarias santas a Dios.

Este Salmo expresa lo que muchos sentimos y deseamos expresar con respecto a la situación actual que las Iglesias enfrentamos por causa de la Pandemia.

La situación actual es difícil, y en el corazón de los cristianos hay una mezcla de emociones: dolor, inconformidad e indignación. Vivimos bajo gobiernos materialistas que menosprecian lo espiritual y que actúan según lo que conviene a sus intereses políticos.

La pandemia ha dado oportunidad a los gobiernos para suprimir muchas libertades y una vez que las libertades son retiradas, no es fácil recuperarlas.

Hay muchas preguntas sin respuestas. Y los que se supone que son expertos en la materia parece que tampoco saben tanto porque se contradicen unos a otros. ¿Cómo se transmite el virus? ¿No deberían estar en cuarentena solamente los enfermos y todos los demás estar guardando medidas de especial higiene y distanciamiento físico? ¿Evitarán las medidas adoptadas el contagio? ¿Son consistentes los gobiernos cuando dicen que se preocupan por todas las vidas? Parece que las otras causas de muerte han quedado en el olvido y la economía, la educación y el progreso del país ya no son importantes. ¿Por qué lo único que parece importante es que no se propague un virus en particular? ¿Será así el mundo se detendrá de ahora en adelante cada vez que un virus aparezca?

Dios está humillando el orgullo de los seres humanos que pensaban que tenían el control y con un microorganismo está derribando las ilusiones vanas de este mundo materialista.

Sin embargo, lo que está ocurriendo afecta a lo cristianos también, y no podemos ignorar que Dios está tratando con Sus hijos.

Por favor consideren esta ilustración. Una familia se sienta a cenar, el padre dirige a su familia en acción de gracias por los alimentos y uno de los hijos se queja de la comida, el padre le recuerda a su hijo que debemos ser agradecidos y disfrutar con alegría lo que Dios provea, pero el hijo sigue en su actitud de menosprecio por lo que hay para cenar. Esta no es la primera vez que el padre ha tenido que reprender a su hijo por esta mala actitud y falta de agradecimiento, de manera que, en esta ocasión además de reprender a su hijo, le castiga con ir a su habitación y acostarse sin cenar.

Creo que muchas veces los creyentes fuimos como ese hijo mal agradecido que no valoró lo que era poder reunirse como familia espiritual para disfrutar del pan del Cielo que es el alimento espiritual que se sirve en cada culto cristiano y por eso, el castigo ha sido no poder congregarse.

Creo que muchas veces los creyentes se atrevieron a la Mesa del Señor sin discernir el cuerpo del Señor (I Corintios 11.29) y ahora el castigo es no poder celebrar la ordenanza sagrada de la comunión: la Cena del Señor.

¿Somos conscientes de que Dios nos ha privado de bendiciones que teníamos y no valorábamos apropiadamente?

Así como un padre responsable no castiga antojadizamente sino que procura que su hijo aprenda la lección y corrija la conducta equivocada, de la misma manera Dios está enseñándonos algo y debemos con diligencia inquirir qué es lo que nos está enseñando.

Pienso que hasta que experimentemos un verdadero arrepentimiento y tengamos la sincera intención de valorar la Institución de Cristo y Sus ordenanzas (los sacramentos), Dios no nos va a levantar este castigo.

(Los invito a leer otro artículo que había publicado titulado «¿De qué tenemos que arrepentirnos los Cristianos?«

Dios nos está haciendo “ver cosas duras” y las seguiremos viendo hasta que entendamos que Dios a Su pueblo le ha dado una bandera, y esa bandera debemos amarla y alzarla con valor por causa de la Verdad.

Debemos salir de la comodidad de rutinas religiosas mediocres, para practicar la religión de Cristo con pasión y devoción, para que el mundo escuche el Evangelio que predicamos y vea en nosotros el resultado que ese Evangelio produce. Clamemos al Señor y supliquemos que nos perdone y prometamos dedicar el resto de nuestro peregrinaje a la labor asignada, levantar la bandera de Cristo, la bandera del Evangelio, por causa de la Verdad.

Justicia Social

Posted in Reflexiones with tags , , on junio 12, 2020 by elcaminoangosto

«… porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.»

Gálatas 3.27,28

El cristianismo nació y floreció en medio de una cultura de crueldad, desigualdad y abusos. Solo hay que tomar un libro de Historia Universal y comprobar cuál era el valor que se le daba a las mujeres, a los niños a los extranjeros y a los esclavos. La civilización romana no fue mejor que la griega o que la persa o la de los babilonios, en todas se valoraba la persona humana según parámetros materialistas. Los poderosos vivían en opulencia a expensas de los pobres y débiles, hasta que por guerra o rebelión se levantara alguien que los depusiera de su posición privilegiada. Pero, estos eventos de guerra o de usurpación del poder, solamente constituían el inicio de otro ciclo similar o peor al anterior. Era como si los usurpadores dijeran: «Ahora es nuestro turno».

En ese contexto de desigualdades y abusos de poder, los cristianos brillaron con una luz desconocida, formando una familia espiritual en la cual todos tenían los mismos privilegios y podían amarse y cuidarse entre sí, independientemente de la raza, sexo o nivel social.

Para los romanos era una locura que un ciudadano romano tratara como hermano a un judío o a un esclavo.

Esta hermandad fue posible porque la doctrina de Cristo nos enseña que todo ser humano está hecho a la imagen de Dios, con la misma dignidad y que a pesar de las diferencias externas o circunstanciales, el valor de las almas es el mismo.

El trato entre los cristianos procuraba todo lo contrario de lo que normalmente las personas buscan. El cristiano no buscaba sacar provecho de otros sino servir y ayudar a otros.

El estándar que Cristo les había enseñado a los apóstoles para los que obtuvieran el puesto de liderazgo en la comunidad cristiana fue este:

El que es mayor de vosotros, sea vuestro siervo

Mateo 23.11

Vivimos en tiempos de convulsión y por esto es necesario que enfaticemos la verdad de esta enseñanza apostólica. Cristo no nos enseña que tenemos que ser iguales en todos los aspectos, nos enseña que, a pesar de nuestras diferencias, podemos encontrar unidad en la diversidad, por la fe en Él.

Hay una filosofía errónea que ha tomado mucha fuerza hoy en día, la cual habla de la necesidad de emancipación y del «empoderamiento de las minorías». Según esta manera de pensar todo se reduce siempre a luchas de poder y por eso el lenguaje que usan es tan similar al del marxismo que proponía la lucha de clases, oprimidos contra opresores o el proletariado contra la burguesía, etc.

Lo peligroso es que muchos están usando el lenguaje del Cristianismo pero dándole otro significado a las palabras de Cristo y de sus apóstoles, por eso debemos ser cuidadosos.

Debemos aprender a aceptar las diferencias y nunca sentirnos superiores a los demás.

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura

Romanos 12.3

Una ilustración podría ayudarnos a comprender esto.

Los diestros y los zurdos son de igual valor ante Dios. No debemos menospreciar a la minoría zurda. Algunos crearon un problema que no existe. ¿Sabían que en cierta época se obligaba a los niños a escribir con la mano derecha, aunque naturalmente fueran zurdos? Esto era un extremo sin sentido.

Por otro lado, dicen que los zurdos tienen ciertas habilidades especiales, no sé si esto se ha demostrado, pero si fuera cierto, igual esa ventaja es un don recibido y no algo de lo cual el individuo deba jactarse porque esa característica no se ha obtenido por algún esfuerzo especial, es un don.

Si fuera cierto que los zurdos son más inteligentes o más habilidosos en el arte o lo que sea, la instrucción apostólica es que procure no tener más alto concepto de sí mismo, debería solamente alegrarse de su don y ponerlo al servicio de los demás.

Diestros y zurdos tienen el mismo valor ante Dios y ambos grupos están llamados a respetarse y a apreciar estas diferencias con las que nacieron, esto mismo debería aplicarse para cualquier característica distintiva con la cual hemos nacido: sexo, etnia y demás condiciones físicas. Ante la ley el diestro y el zurdo deberían ser tratados de la misma manera, el hombre y la mujer, el negro y el blanco y el indio, el ciego y el sordo y el inválido.

Siguiendo con la ilustración, el zurdo y el diestro deben ser juzgados por sus actos sin consideración a esta particularidad. Sería una injusticia si a alguien se le trata peor por ser zurdo o por ser diestro.

Ahora bien, hace falta una aclaración en la ilustración. Estamos hablando de una característica que no es moral. Ser zurdo no es un acto moral ni está regulado por la ley divina. Este argumento no se puede utilizar en cuanto a tendencias pecaminosas, esas nos son características que estamos llamados a aceptar y defender.

Entonces, mucho de lo que hoy se defiende como derechos de las minorías es incorrecto y mucho de lo que se propone como igualdad, es falso también. Nadie tiene derecho de quebrantar la ley, sea que pertenezca a una mayoría o minoría.

Hacer acepción de personas es un pecado en el cual todos podemos caer, tanto los cristianos como los incrédulos. Santiago en su epístola advierte a la iglesia contra este pecado de tratar preferente a los ricos. En total hay 18 versículos en la Biblia que enfatizan específicamente que Dios no aprueba la acepción de personas.

El mundo ha querido ignorar los principios de rectitud y justicia que Dios ha establecido y por eso inventan leyes inútiles con las cuales quieren parecer muy justos.

No necesitamos una ley contra la violencia contra las mujeres, o contra los extranjeros, la ley debe prohibir la violencia en cualquiera de sus formas.

Pero, por otro lado, tenemos que reconocer que aunque las leyes sean perfectas, el problema con el incumplimiento de la ley inicia en el corazón, no es un asunto de mayorías o minorías.

Siguiendo con la ilustración, hay zurdos que son criminales, pero no todos los zurdos son criminales, hay diestros que son criminales, pero no todos los diestros lo son. ¡No es relevante saber con cuál mano se clava el puñal!

Cristo habló con claridad al respecto del pecado y denunció a los Fariseos por inventar costumbres que los hicieran parecer como gente muy correcta y limpia, refiriéndose a los ritos de lavamientos.

¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? Pero lo que sale de la boca, del corazón sale;(E) y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.

Marcos 15.17-20

Nos han llenado de leyes que, supuestamente favorecen a las minorías, a los que andan en muletas, a los que andan en silla de ruedas, a los ancianos, etc., y esto algunas veces ha complicado la labor de los transportistas, y otras actividades comerciales.

Todo eso es simplemente lavar el vaso por fuera. Si nos rigiéramos por la ley de Cristo, la ley de amor y justicia, siempre habría quién ayude al que tiene dificultades, sean físicas o de cualquier índole.

Han exigido ahora que un cierto porcentaje de los empleados deben ser mujeres y luego que un cierto porcentaje deben ser de tal o cual raza.  Pero de nuevo, la práctica de la justicia nos llevaría a otorgar siempre el puesto al más idóneo sin importar a cuál grupo pertenece.  Eso seria lo justo.

Aquí está la clave: ¡Ser justos! – Pero somos injustos, y para que aprendamos la justicia, Dios tiene que cambiarnos el corazón. ¿Ha cambiado Dios su corazón? Si no es así, caerá en las trampas del mundo y sus falsificaciones de justicia. El versículo original entonces tiene perfecto sentido. Todos los que componen la comunidad cristiana comparte una misma bendición, todos han sido adoptados en la familia de Dios. Las circunstancias de algunos puede que cambien, otros permanecerán en su rol y estado social, pero eso no es lo importante, lo importante es, que tienen una misma fe y una misma esperanza en Jesús.

La Iglesia de Ayer

Posted in Reflexiones with tags , , , on junio 1, 2020 by elcaminoangosto

Al final de este artículo viene un link para escuchar el cántico al cual se hace referencia: «La Iglesia de Ayer» usando la música del cántico gospel «Old fashioned meeting» compuesto por Herbert Buffum en 1922.

Oh cuan bello el recuerdo de la Iglesia de ayer,

Cómo el pueblo cristiano adoraba al Señor     

Sencillez, reverencia pero gran fervor

Al entrar en la Casa de Oración y loor 

Las iglesias evangélicas experimentaron cambios muy notorios a partir de la segunda mitad del siglo 20. Pero el hecho de que ya en 1922 un compositor de cánticos gospel escribiera un canto cuyo tema fuera “la manera antigua de las reuniones evangélicas”, demuestra que los cambios en las iglesias no parecen haber sido bruscos, sino que década tras década las iglesias fueron cediendo ante las sugerencias del mundo.

El estilo de adoración y la actitud en la Iglesia es algo que se fue descuidando paulatinamente hasta llegar al punto en que hoy muy pocos entienden que la Iglesia debería ser primeramente una “Casa de Oración”. Por eso hay tantos que se extrañan y se incomodan si se les pide puntualidad, reverencia y decoro en un culto.

Y ¡qué himnos cantaban, en la Iglesia de ayer!    

Y elevaban plegarias reverentes a Dios;    

Pecadores convictos se rendían allí,  

el mundo abandonando, para a Cristo seguir 

Muchos evangélicos ignoran qué es un himno y nunca han visto un Himnario en sus iglesias. Esto prueba la desconexión histórica que sufre el evangelicalismo. Muchas iglesias sólo conocen los cantos compuestos en los últimos 20 años o 40 como máximo, y la himnodia y el Salterio de siglos pasados son completamente desconocidos o considerados anticuados.

¿Y las plegarias? – Se le enseña a las personas en muchos lugares a exigirle a Dios y declarar y decretar, pero las rogativas y la verdadera oración están ausentes. El culto de oración no está dentro de los programas de muchas iglesias.

Un incrédulo puede visitar una iglesia y sentirse cómodo al escuchar música pop muy similar a la que está de moda. La gente puede unirse a las iglesias sin asumir ningún compromiso, no tienen que dejar nada. Por eso, hay tantos que han «cambiado de iglesia», pero sus corazones nunca han cambiado y siguen tan mundanos como siempre.

Yo fui uno de aquellos, que en la Iglesia de ayer,    

escuché el Evangelio y sentí su poder;  

Cristo fue predicado y Su gran redención,    

Hubo gracia abundante, recibí salvación.

Muchos evangélicos modernos no pueden dar un testimonio de conversión y cayeron en la trampa en que habían caído tanto los católicos romanos como los de “Iglesias Estatales”, pensando que por haber nacido en un “hogar cristiano”, ellos automáticamente son cristianos. Los Metodistas del siglo 18 espantaron a muchos respetables clérigos de la Iglesia Anglicana cuando les decían que eran pecadores y que tenían que nacer de nuevo, y por eso, los expulsaron de sus iglesias. Pero ¡Oh tristeza», muchas iglesias Metodistas de hoy no permitirían a los hermanos Wesley predicar en sus iglesias, así como muchos Bautistas de hoy no soportarían la predicación de John Bunyan y muchos Presbiterianos de hoy no sufrirían la predicación de John Knox en sus iglesias. Lo mismo pudiera decirse de cada denominación evangélica y sus antiguos líderes.

Muchos ya se adaptaron a la modernidad    

sin pensar se rindieron ante la vanidad  

Y dejaron la Biblia y su centralidad    

Por entretenimiento y mundanalidad

Las diferentes denominaciones evangélicas se fueron rindiendo ante la presión del modernismo. La llamada “guerra por los estilos de adoración” que se libró en los años 1980´s, en la cual ciertos sectores conservadores trataron de defender un estilo sobrio, se perdió ante los promotores de la llamada “Música Cristiana Contemporánea”. Aclaro que esta afirmación de que la guerra se perdió se basa en los números, porque quedan pocas iglesias cuyo estilo de adoración se mantiene conservador o tradicional.

El problema es que este no era un asunto de “estilos de música” solamente, era un asunto de enfoque. ¡Los cultos dejaron de estar centrados en la Biblia!

En la tradición evangélica la Biblia había sido el centro de todo, por eso les llamaron «el pueblo del libro». Se cantaba la Palabra de Dios expresada en himnos y cánticos espirituales, se leía la Palabra de Dios de manera sistemática, se enseñaba la Palabra de Dios y se predicaba la Palabra de Dios. El evangélico conocía su Biblia. Hoy en día hay evangélicos que no pueden recitar los libros de la Biblia y se asombrarían si el predicador menciona un profeta llamado Habacuc o una epístola dirigida a Filemón.  Pero eso sí, tienen todos los artefactos necesarios para un sonido espectacular y una plataforma llena de instrumentos para la banda que se encarga de entretenerlos al punto que el culto es básicamente música, música y más música. La actividad que se realiza en ciertas iglesias se parece más a un espectáculo y a un concierto de rock que a un culto en una Casa de Oración.   

El Señor nunca cambia, Su Palabra es fiel,  

A las sendas antiguas hoy debemos volver;  

Estrategias humanas hay que rechazar    

La Ley y el Evangelio debemos predicar                               

El Dios que se ha revelado a sí mismo en la Biblia se nos muestra claramente como un Dios Santo. Santo más allá de nuestra comprensión y tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, la adoración se presenta como un acto solemne y espiritual. No es algo carnal. El incrédulo que visita una iglesia bíblica, debería muy pronto percibir que él carece de la actitud de los adoradores y que esto no es algo sentimental o emocional solamente. No es que los sentimientos y las emociones no estén involucrados, pero no es una manipulación de sentimientos o emociones la que lleva a estos adoradores a exaltar a Cristo.

Algunos evangélicos parece que todavía desean ganar almas para Cristo, pero le dan a los mundanos lo que los mundanos quieren en vez de darles lo que ellos necesitan.

Lo que los pecadores necesitan es arrepentirse de sus pecados y creer en el Evangelio, pero ¿cómo se va a arrepentir el pecador si no conoce la Ley de Dios que le muestra la condenación que merece? ¿Cómo apreciará el Evangelio del bendito Salvador si no se ha sentido perdido y condenado?

Coro:

    Era un culto sencillo, en la Iglesia de ayer,  

    donde se percibía la presencia de Dios  

    El Espíritu Santo en cada sermón,  

    Exaltaba a Cristo, revelando Su amor

Así era el culto bíblico, sin artificios humanos. No se necesita la pompa y superstición de la Iglesia medieval, lo que se necesita es percibir la presencia de Dios que Él prometió a los que se reúnen en el nombre de Cristo. Tristemente ciertos evangélicos “sienten” o “no sienten” la presencia de Dios y es una percepción subjetiva emocional. De eso no se trata.  

El poder transformador del Espíritu Santo no tiene que ver con excesos emocionalistas que tienen un efecto temporal pasajero. El Espíritu Santo actúa por la Palabra predicada para que todo el que creen experimente el amor salvador de Jesucristo.

Los escritos de los primeros siglos de la era cristiana muestran que el culto cristiano, es decir, la adoración a Cristo era un evento solemne pero sencillo. Los Reformadores del siglo 16 siempre defendieron sus liturgias que procuraban asemejar a la de la iglesia primitiva.

Oremos por un derramamiento del Espíritu Santo para que en las iglesias se restaure una adoración bíblica y la proclamación de la Palabra de Dios y la fiel administración de las ordenanzas sagradas (sacramentos) cumplan su propósito. Veremos entonces genuinas conversiones de pecadores rindiéndose a Cristo al ser testigos de Su poder trasnformador.

Justino Mártir que vivió en el segundo siglo escribió:

En «el día que se llama «del sol»» se reúnen todos los cristianos del campo y de la ciudad, y se leen en público los «Recuerdos de los Apóstoles», o los escritos de los profetas. El que preside la asamblea hace una exhortación para que el pueblo imite los ejemplos que se han leído. Los presentes elevan oraciones suplicando la gracia para permanecer fieles al mensaje evangélico. Tras las oraciones, se dan mutuamente el saludo de la paz. Luego «el que preside a los hermanos» recibe de la asamblea pan y un vaso de vino mezclado con agua, tributa alabanzas al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, y pronuncia «una larga acción de gracias». El pueblo responde «Amén». Los diáconos dan a cada uno de los asistentes una parte del pan y del vino mezclado con agua.

La Casa de Dios

Posted in Reflexiones with tags , on May 26, 2020 by elcaminoangosto

Según parece, muchos gobiernos no consideran las Iglesias y sus actividades como algo esencial. Por esta razón en ciertos lugares ya se están permitiendo actividades comerciales y de entretenimiento pero no actividades religiosas.
Algunos han tratado de ilustrar la necesidad de Iglesia como la necesidad de alimento, pero es obvio que para las autoridades eso de «alimentar el alma» no es algo para tomar en serio. Al final creen que existen muchos sustitutos para saciar el hambre espiritual.
Pero hay mucho más en la reunión de la Iglesia de Cristo que la nutrición del alma…

En una comunidad de Missisippi en los Estados Unidos, el edificio de una iglesia evangélica que quiso insistir en realizar reuniones de culto ha sido quemado. Los que realizaron este acto criminal dejaron un mensaje escrito en el parqueo de la Iglesia que decía:
«Apuesto que ahora sí se quedarán en casa, hipócritas»
Estas palabras indican claramente que los que quemaron este lugar de culto estaban muy enfadados porque los asistentes de esta iglesia decidieron no quedarse en casa.
La ironía es que los que quemaron el santuario llaman hipócritas a los cristianos por salir de casa pero ellos sí salieron de casa para realizar un crimen como este.

Este evento es lamentable y condenable, pero nos puede servir para reflexionar en ciertas verdades bíblicas al respecto de la Iglesia.

  1. Los que no tienen dentro de su rutina de vida reunirse para adorar a Dios no pueden comprender cuán importante es para los creyentes esa reunión.
    «el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.»
    I Corintios 2.14
  2. Las reuniones de la Iglesia no son algo que hacemos por obligación, son compromisos voluntarios que expresan nuestra devoción a Dios y nuestra necesidad de Él.
    «Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder, En la hermosura de la santidad.»
    Salmos 110.3
  3. En la reunión de la Iglesia los creyentes son bendecidos con la presencia de Dios de una manera singular según Su promesa para los que se reúnen en el nombre de Cristo.
    «donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»
    Mateo 18.20

El Salmo número 84, expresa el sentimiento de un creyente en relación a la Casa de Dios.


«Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos! Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová, mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo»

Este es no es un lenguaje que puedan entender los que ven en la iglesia un simple acto rutinario. Entrar en el santuario es visto como una acción de deleite espiritual.

En el momento que fue escrito este salmo, la casa de Dios se refería al Tabernáculo o Templo en Jerusalén, lo cual con la venida del Mesías Jesucristo cambió según lo afirma el apóstol Pablo:


«Vosotros sois el templo del Dios viviente»
II Corintios 6.16

Esto mismo es confirmado en el Apocalipsis del apóstol Juan cuando el Cristo exaltado aparece caminando en medio de 7 candeleros de oro que representan a todas las Iglesias del mundo. Apocalipsis 1.20; 2.1

Los que confesamos ser cristianos deberíamos reflexionar seriamente para determinar si realmente pertenecemos a una iglesia que sea fiel reflejo de estas enseñanzas bíblicas. Es decir, deberíamos poder responder si la presencia de Cristo es percibida según su promesa y si la actitud de los asistentes en los cultos corresponde con esta creencia de la presencia de Dios.
Con tristeza debemos reconocer que algunos lugares de culto más pueden identificarse como lugares de entretenimiento y espectáculo que lugares en los cuales la presencia de Dios sea manifiesta.
En una carta que escribió el apóstol Pablo a los Corintios, afirmó que si la Palabra de Dios es fielmente enseñada y predicada, los asistentes reaccionarían ante tal don profético.


«…si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros

I Corintios 14.24,25
¿Es esto una realidad en nuestras iglesias? ¿Están provocando nuestros cultos la postración de los pecadores en reconocimiento de la presencia de Dios en medio nuestro?
Oremos por un derramamiento del Espíritu Santo en las iglesias para que la lectura bíblica y la enseñanza y predicación fiel de las Escrituras vuelvan al lugar preeminente que deben tener y produzcan verdaderas conversiones.

Las vidas transformadas por medio de la proclamación de la Palabra del Evangelio será el más claro testimonio de que la función de la Iglesia es esencial, es indispensable.

Gobiernos Humanos

Posted in Reflexiones with tags , , on May 18, 2020 by elcaminoangosto

Mejor es confiar en Jehová Que confiar en príncipes.
Salmos 118.9

El mundo antiguo era gobernado por monarquías, cada pueblo tenía su rey, ya fuera por descendencia o por conquistas. Los reyes tenían poder absoluto sobre sus súbditos, el monarca no tenía que responder ante nadie. Por esta razón el bienestar, progreso o declive de las naciones estaba en gran medida en las manos de sus dirigentes.

Hubo un pueblo que tuvo la oportunidad de vivir sin rey, serían gobernados por Ancianos y Jueces, que se encargaban de aplicar una ley recibida del Cielo. Ese pueblo fue Israel. Ellos recibieron una ley para regir y regular todos los aspectos de la vida. La ley (633 mandamientos) debía servirles para vivir en justicia en sus relaciones unos con otros, con los extranjeros y para administrar la justicia y castigar los delitos. Estas leyes incluían aspectos económicos, sostenimiento de los necesitados, leyes humanitarias, de conservación de los recursos, etc. Y todo, en concordancia con una ley moral perfecta resumida en 10 mandamientos.
Sin embargo, ellos rechazaron esa forma de gobierno y se presentaron donde el Juez y Profeta Samuel pidiendo el establecimiento de un rey. El profeta les advirtió los peligros de ese tipo de gobierno, pero ellos insistieron:

«Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros; y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros»

I Samuel 8.19-20

La Historia de la humanidad es una comprobación continua de las complicaciones que vienen cuando el destino de las naciones es puesto en las manos de los hombres. Hasta los mejores reyes erraron y sus decisiones y pecados trajeron sufrimiento y dolor al pueblo.
A menos que el gobernante pudiera vivir sujeto perfectamente a la ley de Dios, no habría garantía alguna para los pueblos.
Este había sido el requisito que les había dejado Moisés con respecto a los reyes y la ley de Dios:

«Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley… y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra… «
Deuteronomio 17.18-20

Tristemente las advertencias fueron ignoradas, la lista de reyes impíos es bastante larga y las consecuencias de sus gobiernos fueron terribles para la nación por lo cual Dios envió a los profetas en muchas ocasiones a denunciar las situaciones:

Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas
Isaias 1.23

Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancias injustas.

Ezequiel 22.27

Así ha dicho Jehová el Señor: !!Basta ya, oh príncipes de Israel! Dejad la violencia y la rapiña. Haced juicio y justicia; quitad vuestras imposiciones de sobre mi pueblo, dice Jehová el Señor.

Ezequiel 45.9

El pueblo de Israel, como todos los demás pueblos, sufrió las consecuencias de sistemas de gobiernos injustos, porque se apartaron de la Ley de Dios.

Dios les envió advertencias pero ellos no quisieron escuchar:

Y les envió profetas para que los volviesen a Jehová, los cuales les amonestaron; mas ellos no los escucharon.

II Crónicas 24.19

En el propósito de Dios todo esto sirvió para que los profetas pudieran dar un mensaje más claro con respecto a la necesidad del Mesías prometido, el Rey Salvador.

El profeta Isaías describe de esta manera al rey prometido:

…juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.

Isaías 11.4

El mundo moderno ya no tiene monarcas como los de antaño, pero los gobernantes y sus ministros, diputados, congresistas y parlamentarios funcionan con los príncipes a los cuales las Escrituras se refieren.

Ahora como antes es necesario que escuchemos la advertencia solemne de la Biblia:

No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.
Salmos 146.3

Es obvio que para poder elegir gobernantes tenemos que tener algún grado de confianza en ellos, pero nos equivocaremos mucho si pensamos que algún gobernante humano tendrá la solución para la situación de crisis que vivimos y esto por dos sencillas razones:

  1. Los gobernantes son hombres pecadores y falibles, es decir, sujetos a errores y con un corazón débil que puede inclinarse al mal
  2. Los gobernantes acertarán en su gobierno de manera proporcional al respeto que tengan por la ley de Dios, sea que la conozcan expresamente o no.

En cuanto a este último punto nos referimos tanto a la Ley Moral de Dios que se resume en los 10 Mandamientos y que de manera natural está escrita en las conciencias humanas.

En el mejor de los casos, cuando un gobernante no es corrupto, podría fallar por sus limitaciones como hombre pecador. Y en la mayoría de los casos los hombres que gobiernan no conocen la ley de Dios, ni temen a Dios. Por esta razón no podemos poner nuestra confianza en gobernantes humanos.

Estamos viviendo en tiempos de crisis y la gente parece seguir alimentando falsas esperanzas de que el gobierno les va a solucionar los problemas.
Deberíamos considerar la Historia para comprobar que entre más lejos caminen los líderes de la moral y ética del cristianismo, más se hundirá la sociedad en todo aspecto.
Seamos sabios al observar las actitudes de los gobernantes, algunos están mostrando tendencias totalitarias y esto es peligroso.

La palabra déspota está definida de esta manera: Soberano que gobierna con un poder total sin someterse a leyes ni a limitaciones.

Aunque es difícil que lo reconozcan, todos los líderes tienen la tentación de convertirse en déspotas. Cada uno quiere hacer lo que le parece apropiado sin tener que pasar por trámites o sistemas adicionales de aprobación para poder ejecutar sus decisiones.

El riesgo de corrupción en los hombres que ostentan el poder es constante, esto es innegable. Los gobiernos necesitan un compromiso de los gobernantes a someterse a la ley y no modificar las leyes con la intención de aumentar el poder que pueden ejercer en su gobierno.
Los pueblos ignorantes e irresponsables siguen haciendo lo mismo que el antiguo Israel, prefiriendo que los gobierne un rey. No lo llaman por ese título, lo llaman líder o presidente, pero igual, prefieren eso en vez de someterse a Dios y a Su ley.

No olvidemos que por más popular que sea un líder político, sigue siendo un hombre falible. No cometamos el error de poner nuestra esperanza en los hombres.

El Rey perfecto vino a inaugurar Su reino, pero el Evangelio nos relata la reacción de Israel en una parábola:

Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros.

Lucas 19.14

El Rey divino murió por Su Pueblo, (por el verdadero Israel) y regresó al Cielo. Mientras tanto, dejó a sus súbditos la tarea de anunciar el Evangelio del Reino, para que todo aquel que se arrepienta y crea en Jesús disfrute en el Reino venidero.
No desmayemos en la tarea más importante de todas, anunciemos que el único Rey en que se puede confiar plenamente regresará como Juez de la humanidad.

¡No siga engañado!

Posted in Reflexiones with tags , , on May 11, 2020 by elcaminoangosto

La situación actual es tan complicada que es difícil no caer en dos posibles extremos. Creer todo lo que dicen o No creer nada de lo que se dice.
¿Cómo surgió este virus?
¿Quiénes están detras de la Pandemia?
¿Cuáles son los intereses económicos y políticos que están detrás de todo?
¿Es una conspiración? ¿Son especulaciones?
Los inmunólogos se contradicen, la OMS, el gobierno de China, las compañías farmacéuticas, las luchas de poder, etc.
¿Habrá alguien que sepa con seguridad qué está sucediendo y por qué?

Nos da temor que nuestros gobernantes y sus expertos en salud y en economía tomen decisiones equivocadas, pero es posible que algunos sean obstinados y tercos y hasta insensibles y entonces esas decisiones van a afectar negativamente a los pueblos y eso traerá sufrimiento.

Todo esto es lamentable y no debemos minimizar las dimensiones de la crisis que esas malas decisiones pueden provocar. Sin embargo, si la crisis no ha servido para sensibilizar nuestras consciencia con respecto a la otra crisis de mayor gravedad y a la magnitud de las consecuencias si no hacemos algo al respecto, el lamento será incomparablemente peor.

La peor crisis que experimenta la sociedad es una crisis espiritual. Y como la sociedad está compuesta de individuos, la crisis es individual.

En el ámbito espiritual también hay especulaciones y también teorías de conspiración, en el ámbito espiritual también podemos caer en los dañinos extremos de creerlo todo o no creer nada. En el ámbito espiritual es urgente e imprescindible conocer la Verdad.

El apóstol Pablo anunció el estado futuro de la humanidad y advirtió a su discípulo Timoteo:

«… los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados»

II Tim 3.13

Estar engañados con respecto al origen o solución de una crisis económica o de salud es terrible, pero estar engañados en cuanto al origen y solución de la crisis en que están nuestras almas es lo peor, porque nuestras vidas aquí son temporales, pero el alma se enfrentará tarde o temprano a la eternidad.

¿Sabe usted cuál es el origen del pecado?
¿Es consciente de que el pecado afecta a cada ser humano?
¿Sabía que si el problema del pecado no se soluciona, el destino es la condenación del alma?
¿Sabe usted cuál es la solución provista por Dios?

La situación espiritual del hombre No mejora, el apóstol Pablo afirma que los que no han tratado apropiadamente con sus pecados irán de mal en peor.
Puede ser que logren librarse de un virus, puede ser que logren superar sus condiciones de salud y económicas, pero espiritualmente estarán cada vez más lejos de Dios.

¡Muchos rehuyen la incómoda confrontación con la verdad!
Puede ser que hayamos sido engañados por mucho tiempo y que hayamos creído las fábulas y enseñanzas convenientes de los engañadores y no hayamos sido diligentes en comprobarlo todo según la revelación que Dios nos ha dado en Su Palabra, la Biblia.

Pudiera ser que usted mismo, no solo ha sido engañado sino que ha engañado a otros con el mismo error en que usted fue enseñado
Este es un momento apropiado para atender el llamado a buscar la Verdad. No seamos tercos, no sigamos de mal en peor, porque sí hay un remedio para los que reconozcan que hasta ahora no han tratado apropiadamente la crisis espiritual.

Le ruego entonces que evalúe sus creencias y su religión en base a las siguientes verdades bíblicas.

  1. ¿Está su religión basada en lo que usted hace o en lo que Dios hizo por usted? – El verdadero evangelio se basa en lo que Dios hizo por medio de Jesucristo para la salvación de los creyentes.
  2. ¿Está su consciencia sujeta a las manipulaciones de un líder religioso o a la Biblia que es la Palabra de Dios? – Si usted no conoce la palabra de Dios ¿cómo podría responder a esto?
  3. ¿Las enseñanzas que usted recibe de sus pastores o líderes espirituales están enfocadas en conocer a Dios o en solucionar problemas de esta vida? Jesucristo claramente dijo que no le servirá de nada al hombre ganar el mundo entero si pierdiere su alma (Mateo 16.26)
  4. ¿El tiempo de las reuniones de su iglesia es aprovechado en oración, lectura y enseñanza de la Palabra de Dios, o se gasta el tiempo en actividades de entretenimiento, participaciones musicales y charlas de motivación y auto-ayuda? – En la iglesia los creyentes deben ejercitarse en el camino de santidad (I Timoteo 4.7)
  5. ¿Tiene usted razones bíblicas para asistir a esa iglesia a la que pertenece y no a otra? ¿Asiste por tradición, costumbre o conveniencia?
  6. ¿Percibe usted que lo están entrenando para crecer en la gracia y en el conocimiento de Jesucristo? (II Pedro 3.18)
  7. ¿Trata su iglesia con el pecado según el estándar de la Biblia? En una Iglesia bíblica y sana, el pecador es confrontado con sus pecados y dirigido hacia el arrepentimiento para que reciba perdón y limpieza por medio del sacrificio de Cristo.

No desaproveche este tiempo de crisis. Sería una insensatez seguir siendo engañado o engañándose a usted mismo.
Y si usted es jefe de hogar, la situación es aun más grave, Dios le pedirá cuentas si usted procuró una iglesia bíblica sana para su familia o si los dejó que siguieran siendo engañados.

Hace 19 años ocurrió una tragedia en Nueva York que impulsó a un pastor a predicar una advertencia que sigue siendo muy necesaria hoy en día:

La Gracia del Arrepentimiento

Posted in Reflexiones with tags on May 4, 2020 by elcaminoangosto

Después de la séptima plaga que vino sobre Egipto, que fue la de granizo y fuego, el Faraón le dijo a Moisés:

Orad á Jehová: y cesen los truenos de Dios y el granizo; y yo os dejaré ir, y no os detendréis más.
Éxodo 9.28


Es difícil comprender cómo después de castigos tan severos, el corazón del Rey de Egipto no se doblegaba para obedecer a Dios y lo peor es que aun en estas circunstancias, las palabras del Faraón no fueron sinceras, lo único que quería era librarse de la plaga y no rendirse a Dios.
En aquel momento Moisés le respondió:

En saliendo yo de la ciudad extenderé mis manos á Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra. Mas yo sé que ni tú ni tus siervos temeréis todavía la presencia del Dios Jehová.
Éxodo 9.29,30

Fueron necesarias todavía dos plagas más para que los mismos consejeros del Faraón le dijeran:


Deja ir á estos hombres, para que sirvan á Jehová su Dios; ¿aun no sabes que Egipto está destruido?
Éxodo 10.7

Después de la décima plaga el Faraón cedió, pero su rendición fue temporal, su corazón se levantaría por una última vez contra Dios y contra Su pueblo para perseguirlos, pero perecería en el Mar Rojo.
Esta historia es impresionante pero, ¡qué doloroso es comprobar que se siguió repitiendo!
El Faraón solo era un ejemplo del orgullo e insensatez del corazón humano que se empeña en hacer su propia voluntad. En particular esto lo vemos en muchos que ostentan poder, pero la semilla de ese pecado está en todo corazón.

Los corazones de muchos siguen endurecidos y endureciéndose cada vez más aunque vean la tragedia venir sobre ellos.
Así es el corazón desprovisto de la gracia de Dios, está consumido por la ceguera espiritual y dominado por la terquedad y obstinación.

Durante muchos siglos el mundo ha tapado sus ojos y sus oídos ante los repetidos avisos de parte de Dios, advertencia tras advertencia ha sido ignorada.

En cada tragedia que la gente suele llamar «desastre natural«, en cada peste, epidemia o «pandemia» y en cada crisis económica, Dios está enviando mensajes que deberían ser claros, pero son ignorados.
Estos juicios temporales tienen el propósito de hacernos pensar en el Juicio último y definitivo. De estas tragedias y desastres la humanidad ha podido recuperarse, pero esa recuperación solamente es otro espacio de oportunidad en la paciencia del Dios misericordioso, porque Él no acabará sus tratos con la humanidad hasta que rescate al último de sus escogidos que peregrinan en este mundo.

Los cristianos debemos estar suplicando a Dios con lágrimas para que esta crisis NO pase en vano, para que muchas conciencias sean despertadas y reconozcan que el Dios Creador está próximo a pedir cuentas a sus criaturas.

Y tenemos que pedir esto a Dios porque sabemos que a menos que Él envíe al Espíritu Santo para doblegar las voluntades empedernidas, cada uno seguirá su propio camino.
Está escrito en el Apocalipsis, que incluso después de terribles plagas, los pecadores se aferran a sus propios caminos:

Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos
Apocalipsis 9.20

¿Es usted cristiano?

¿Se ha arrepentido usted de sus pecados confiando en Jesucristo para el perdón?
Si es así, ¿Es consciente usted de que si no fuera por la Gracia de Dios, usted también permanecería sin arrepentirse?
Para que el ser humano se endurezca Dios lo único que tiene que hacer es dejarlo seguir su camino, pero para que el pecador deje su orgullo y su propio camino, Dios sí tiene que hacer algo, Dios interviene para doblegar la obstinada voluntad y convencerlo de venir al Dulce Salvador Jesucristo.

¿Agradece usted esta obra de Gracia? ¿Pide usted por los que no han experimentado esta obra de Gracia?
El apóstol Pablo escribió esto:

«… el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo»
II Timoteo 2.24-26

Quiera el Señor concedernos a todos la mansedumbre para corregir a los que se oponen porque pudiera ser que Dios en Su misericordia decida conceder a algunos arrepentirse para escapar de la trampa diabólica en que están presos.

Y si usted no ha ido a Cristo, ¿Por qué no le suplica por su alma ahora que todavía hay tiempo?

La puerta de la Gracia todavía está abierta. Todo el que venga a Cristo con un corazón arrepentido será recibido por el amoroso Salvador.

Si esta crisis ha servido para sensibilizar de alguna manera su conciencia, no desperdicie esta oportunidad, no deje que su conciencia se vuelva a endurecer.